lunes, 28 de agosto de 2017

Crisis a la vista: La Burbuja Financiera que tiene sin cuidado a Donald Trump

Economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de MéxicoFoto por: UNAM

Crisis a la vista: La burbuja financiera que tiene sin cuidado a Donald Trump

Se está gestando una burbuja financiera de enormes dimensiones en la bolsa de valores de Nueva York. Es que aunque el proceso de recuperación de la economía estadounidense marcha a un paso muy lento, el crecimiento del mercado bursátil ha sido exponencial durante los años recientes. 
Producto de un gran número de apuestas especulativas, la amenaza de que estalle una nueva crisis financiera de alcance global con epicentro en Wall Street es hoy más latente que nunca, aun cuando el mundo sigue sin poder recuperarse de los estragos que dejó tras de sí la crisis financiera de 2008.
La orgía bursátil, impulsada sobre todo por las empresas tecnológicas, está fuera de control. 
Los agentes de inversión de Wall Street están de fiesta: 
resultó una falacia la promesa de que un Gobierno encabezado por Donald Trump iba a ser perjudicial para los intereses del sector financiero
No hay nada de eso. 
El presidente Trump no tiene preocupación alguna en relación a la evolución de la economía, y tampoco le angustia la euforia especulativa que tiene lugar en el mercado de valores. 
Todo lo contrario, para el magnate de Nueva York tanto la economía como las finanzas de su país están evolucionando mejor que nunca, rompiendo todos los récords a la vista.
La primera semana de agosto, el índice Dow Jones (compuesto por 30 de las acciones más significativas, de todas las industrias, salvo transporte y servicios) rompió la barrera de los 22,000 puntos
Desde que estalló la burbuja de las hipotecas basura (‘subprime’) en septiembre de 2008 la subida ha sido continua: en menos de cinco años, el Dow Jones consiguió recuperar el nivel alcanzado en 2007. 
Al día de hoy, el índice bursátil sigue manteniendo una tendencia al alza y, a decir de varias firmas de inversión, más temprano que tarde bien podría superarla barrera de los 23,000 puntos, empujado por grandes empresas como Home Depot, Pfizer, Cisco Systems y Apple.
Trump pasó de criticar, a aplaudir la “exuberancia irracional” de los inversionistas bursátiles tras convertirse en presidente
El 3 de agosto pasado escribió en su cuenta de Twitter: “Los negocios están mejor que nunca con el entusiasmo comercial en niveles récord. La bolsa de valores en un máximo histórico. ¡Estas cosas no ocurren solas!”. 
Sin embargo, recordemos que en septiembre de 2015, Trump había lanzado duras críticas en contra de los amos y señores del capital financiero.
Por un lado, para ganarse la simpatía de la clase media, cuestionó los sueldos altos de los ejecutivos de Wall Street, situación inconcebible en un país donde los salarios de los trabajadores han venido retrocediendo como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) desde la década de 1970. 
Por otro lado, prometió que ya instalado en la Casa Blanca, iba a incrementar los impuestos a los fondos de cobertura, una acción que en su opinión, desalentaría la especulación en el mercado de valores.
Es que la candidatura presidencial de Trump, a diferencia de la de su contrincante por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, nunca recibió donaciones multimillonarias de parte de los grandes bancos de inversión. 
Así las cosas, Trump confiaba en que, si ganaba las elecciones, podría actuar con total libertad frente a los dueños del dinero. 
“Wall Street tiene un control total sobre Jeb Bush, Hillary Clinton y los otros candidatos pero no sobre mí. Mi campaña está financiada con mi dinero. Así que los únicos que tienen control sobre mí son los estadounidenses”, presumíaTrump.
En sus primeros días como candidato, Trump llegó a advertir que se estaba produciendo una burbuja financiera en el mercado de valores (justo cuando el índice Dow Jones se encontraba en 18,000 puntos), motivo por el cual consideraba que los inversionistas bursátiles debían tomar serias precauciones frente a una corrección violenta. 
Además de eso, rechazaba categóricamente que la economía estuviera mejorando bajo la administración de Barack Obama, pues a su juicio, las políticas de la Reserva Federal (FED) no habían sino producido un “espejismo”.
Ahora las opiniones de Trump son completamente diferentes. 
Festeja el auge bursátil y lamenta la poca cobertura que le han prestado los medios de comunicación: 
pocas veces en la historia de Estados Unidos la bolsa de valores ha mostrado tal despegue. 
Guarda silencio frente a las medidas adoptadas por la presidenta de la FED, Janet Yellen, ya nada tiene de malo otorgar facilidades de crédito a los bancos para que sigan apostando en el casino bursátil. 
La hostilidad de Trump en contra de los excesos del sector financiero no era sino retórica: era necesario vender la idea de que había que acabar con los abusos cometidos por el Imperio del dólar. Los tiempos cambian. 
Hoy en día, las empresas que cotizan en Wall Street son poderosos aliadas del Gobierno de Donald Trump.
Muy tímida, la recuperación económica de EE.UU.
En los últimos ocho años el proceso de recuperación de la economía estadounidense ha sido decepcionante: nueve años continuos de expansión pero al ritmo de crecimiento más bajo desde la Segunda Guerra Mundial
Sin embargo, la mayoría de los medios de información se esfuerza por hacer creer que la economía norteamericana va viento en popa: el segundo trimestre de este año, el PIB se expandió 2,6%, una tasa que representa más del doble de lo registrado durante el primer trimestre, cuando el crecimiento fue de apenas 1,2 por ciento.
Bajo esta misma perspectiva, los datos proporcionados por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos destacan una mejora sustantiva de las condiciones del mercado laboral. 
En julio pasado, la tasa de desempleo oficial cayó a 4,3%, igualando el nivel más bajo de los últimos 16 años que había tocado también en mayo pasado. 
En simultáneo, la nómina no agrícola se incrementó en 209,000 puestos de trabajo, mientras los datos del mes de junio fueron revisados al alza, incrementándose a 231,000 desde los 222,000 contabilizados originalmente.
Sin embargo, lo cierto es que la tasa de crecimiento del PIB y la generación de empleos siguen siendo insuficientes. 
La economía estadounidense no consigue entrar en una dinámica de recuperación robusta y sostenida. Aun cuando varios de los principales indicadores macroeconómicos parecen apuntar hacia un proceso de expansión boyante, la de Estados Unidos sigue siendo una economía de luces y sombras. 
Los niveles de inversión de las empresas no consiguen despegar; y lo mismo sucede con el consumo de las familias, los estadounidenses prefieren antes que salir a gastar masivamente, pagar sus deudas pendientes. 
Por eso las expectativas de rentabilidad no aumentan considerablemente entre pequeñas y medianas empresas.
Los integrantes del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la FED no han tenido otra alternativa que actuar con cautela. 
La probabilidad de que haya nuevos aumentos de la tasa de interés de los fondos federales (‘federal funds rate’) a lo largo de este año ha disminuido. Si mejora el panorama, quizás en diciembre haya un último incremento. 
Existe el temor de que si la FED se inclina a subir mucho la tasa de interés referencia, la actividad económica de Estados Unidos sufra una drástica desaceleración
Bill Gross, uno de los más importantes gurús en inversión, sostuvo hace apenas un mes que si la FED y los demás bancos centrales apretaban demasiado la política monetaria, entonces el mundo podría sumergirse en una nueva recesión.
Janet Yellen está contra las cuerdas: 
si sube la tasa de interés de referencia, se fortalecen las tendencias recesivas; si la deja intacta, alimenta la especulación bursátil. La piedra en el zapato para el banco central de Estados Unidos sigue siendo el nivel de precios
La inflación se mantiene demasiado baja, sin alcanzar la tasa objetivo de 2%, aun con la puesta en marcha de instrumentos de política monetaria “no convencionales” (ejercicios de flexibilización cuantitativa, conocidos en inglés como ‘Quantitative Easing’), y aun manteniendo muy barato el costo del crédito interbancario a un día (la tasa de interés de referencia se ubica hoy en un rango de entre 1 y 1,25%).
Especulación no se restringe a mercado de acciones
Para colmo de males, el riesgo de que estalle una nueva crisis financiera en territorio estadounidense no está limitado al mercado accionario. 
Alan Greenspan, quien se desempeñó como presidente de la FED durante 18 años, apunta que la principal amenaza no es tanto la especulación en el mercado de acciones, sino más bien una burbuja en el mercado de bonos. 
Para Greenspan, el hecho de que las tasas de interés se hayan mantenido demasiado bajas por demasiado tiempo, terminó provocando graves distorsiones en los rendimientos de los títulos financieros de renta fija.
“Los tipos de interés reales a largo plazo están en un nivel demasiado bajo, y por lo tanto insostenible. Cuando suban, es probable que lo hagan rápidamente. 
Estamos experimentando una burbuja, pero no en la bolsa (de valores) sino en los precios de los bonos (de deuda), algo que el mercado aún no ha descontado”, sentencia Greenspan. 
El peligro es mayúsculo. 
Al igual que una crisis en el mercado de acciones, un colapso del mercado de bonos tendría repercusiones mundiales.
Trump, a las puertas de otra crisis financiera global
Es imposible precisar cuándo estallará la próxima crisis financiera. Sin embargo, lo que sí podemos afirmar es que el auge de Wall Street contrasta con la tímida recuperación que registra la economía estadounidense. 
Bajo la presidencia de Trump, los bancos de inversión han acumulado enormes beneficios a diferencia de las pequeñas y medianas empresas. Los dividendos siguen repartiéndose solamente entre el 1% de la población estadounidense. Nos encontramos en el umbral de otra crisis.
El peligro no es sólo para Estados Unidos, sino para todo el mundo. 
Los bancos centrales de los países industrializados no están en condiciones de enfrentar otra crisis financiera de gran magnitud. 
Si bien algunos bancos centrales como la FED han venido incrementando la tasa de interés de referencia en los últimos años, su margen maniobra es demasiado pequeño para responder a una contracción del crédito (‘credit crunch’): si termina por estallar la burbuja financiera, de poco o nada servirá disminuir la tasa de los fondos federales (‘federal funds rate’) en un punto porcentual.
El elevado endeudamiento del Estado norteamericano hace imposible salir a rescatar grandes bancos. 
La deuda pública está a punto de cruzar la barrera de los 20 billones de dólares, de hecho, en septiembre próximo el Congreso estadounidense se verá obligado a incrementar el techo de la deuda a fin de evitar el cierre parcial del Gobierno. 
La artillería de la FED también está agotada. 
El banco central de Estados Unidos tiene elaborada una estrategia para comenzar a desprenderse de los más de 4,2 billones de activos registrados en su hoja de balance (‘balance sheet’), no para realizar nuevas adquisiciones. Crisis en el horizonte: las cotizaciones de la bolsa de valores de Nueva York están por las nubes, sin embargo, ya llegará el momento de aterrizar. Abrochémonos los cinturones.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro