lunes, 18 de septiembre de 2017

La CURIOSA PARADOJA de PETER

LA CURIOSA PARADOJA DE PETER

Laurence J. Peter era un catedrático de Ciencias de la Educación, en la Universidad del Sur de California, que en los años 80 escribió un libro satírico llamado “El principio de Peter”. 
El texto surgió después de una larga observación sobre la forma como se manejan las jerarquías en las organizaciones. 
Su planteamiento básico es que los sucesivos ascensos vuelven a las personas incompetentes.
Se dice que este principio ya había sido descubierto por José Ortega y Gasset, cuando en 1910 formuló el siguiente aforismo: 
“Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes”.
Con base en esa premisa, Laurence Peter formuló dos grandes conclusiones, que desde entonces son un punto de referencia dentro del mundo administrativo:

Con el tiempo, todo “puesto” tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
El Principio de Peter en detalle
Está claro que el principio de Peter alude al hecho de que cuanto más ascienden las personas en sus cargos, más incompetentes se vuelven. Pero, ¿por qué ocurre esto? 
La respuesta está en la dinámica misma de los ascensos, que en principio buscan premiar a un buen trabajador, pero que a la larga pueden generar dificultades para el mismo.
Veámoslo en detalle. 

Hay un empleado que es excelente en lo que hace. Supongamos que es el cajero de un banco, que siempre tiene todo hecho a tiempo y jamás presenta fallos en sus tareas. 

Como premio a su buen desempeño, la organización decide promoverlo a jefe de cajeros. 

Para realizar esa nueva labor, el antiguo cajero debe adquirir nuevos conocimientos y nuevas habilidades, lo cual supone, en un comienzo, cierta baja de nivel en su desempeño.

Sin embargo, si es alguien muy listo y comprometido, en poco tiempo puede llegar a desarrollar su nuevo trabajo con total suficiencia. Así que es probable que le den un nuevo ascenso y entonces vuelve a comenzar el ciclo. Esto se repetirá, hasta que llegue a un cargo en el que sea incompetente, de modo que no se haga merecedor a un nuevo ascenso.
Lo que postula Peter, entonces, es que como las organizaciones jerárquicas trabajan bajo este tipo de esquemas, los empleados que ocupan los cargos más altos suelen tener un alto grado de incompetencia. Están allí porque ya no pueden ascender más, pero al mismo tiempo en ese camino han ido perdiendo la posibilidad de hacer aquello para lo que eran más capaces.
¿Evitar los ascensos?

La obra escrita por Laurence Peter tenía inicialmente un propósito sarcástico, pero fue tal el impacto que causó, que también ha sido introducido como un punto de reflexión importante para las organizaciones. 
La pregunta obvia, después de que se evidenciara ese mecanismo oculto tras los ascensos, era: ¿entonces es mejor no ascender a los trabajadores?, ¿la imposibilidad de un ascenso no terminaría desmotivando a las personas que trabajan?
Lo que se dedujo es que las medidas ideales para que los altos cargos no fueran ocupados por personas llevadas a su máximo nivel de incompetencia, son dos: las escaleras de aprendizaje y un nuevo criterio en la asignación de los salarios. 
Las escaleras de aprendizaje son un mecanismo para acompañar las actividades laborales con procesos de capacitación, que también permitan evaluar cómo de preparada está una persona para asumir un nuevo cargo.
Los nuevos criterios en la asignación de los salarios son una buena idea, de difícil aplicación. 

Se trata de premiar a los buenos trabajadores con un sueldo mayor y no necesariamente con un ascenso. 

Esto supondría, a la larga, que dos personas en el mismo cargo podrían tener salarios muy diferentes.

Es previsible que esta falta de simetría se traduzca en conflictos intralaborales, por lo que resulta difícil de implementar. 
Lo que sí se ha venido implementando es el esquema de ofrecer bonificaciones y privilegios a los trabajadores con mejor desempeño, sobre unas pautas de evaluación definidas previamente.
Como quiera que sea, lo cierto es que el principio de Peter nos pone frente a una gran paradoja: probablemente las personas con más poder y mayor capacidad de decisión, tienen un alto grado de incompetencia. 
Y tienen en sus manos el destino de muchos. 
¿Será por eso que las grandes soluciones para las sociedades nunca terminan de llegar?
Edith Sánchez 
(Visto en https://lamenteesmaravillosa.com/)

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro